Hace más de doce lustros que me aficioné a los puzles, rompecabezas y juegos de Ingenio. En aquellos tiempos no había en España mucha variedad de este tipo de juegos.
Recuerdo los clásicos como:
Las Torres de Hanoi (1883).
Juego de los quince (1878), al que cambiábamos de orden las piezas 14 y 15 para "volver loco" a algún amigo.
Tangram (antiquísimo juego chino).
Cubo Soma (1936).
Anillos chinos o de Beijing.
El solitario que denominábamos chachachá.
El antiguo y clásico juego de los dos clavos de acero retorcidos y otros similares.
Laberintos circulares con bolitas de acero o con una gota de mercurio.
Entre los años 1975 y 1980 apareció en este país el famoso cubo de Rubik y a continuación multitud de puzles mal denominados cubos que cambiaron totalmente el panorama.
Se ha pretendido agrupar los puzles de esta colección en un limitado número de apartados pero, debido a la ingente cantidad de tipos, es inevitable que al intentar localizar un determinado rompecabezas sea necesario recurrir a la lista con fotografías de varios apartados.
Se han dispuesto en total cinco grupos: tipo Rubik, de madera, de cuerdas, de hierro y alambre y, como no podía ser de otra manera, otros.
Tipo Rubik. Agrupa los rompecabezas que están formados piezas unidas entre sí pero que pueden moverse con ciertas limitaciones.
De madera. Puzles tradicionalmente construidos con este material aunque en la actualidad también se hacen con otros diferentes.
De cuerdas. Fabricados con diversos materiales, utilizan necesariamente cuerdas para unir algunas piezas o como una pieza más. Es frecuente que la pieza de cuerda sea la que hay que separar para resolver el juego.
De alambre o hierro. Construidos necesariamente con alguno de estos materiales y sin cuerda.
Otros. Puzles que no encajan en los apartados anteriores y además los tradicionalmente denominados solitarios.
Juan Allanegui